Los Telecentros, la última milla de la Sociedad del Conocimiento

Últimament, muchas de las propuestas de proyectos de innovación pasan por hacer participar a los ciudadanos en estos procesos de innovación pero, a su vez, pocos de estos procesos, tiene la posiblidad de llegar realmente a los ciudadanos y ya no digamos de hacerles colaborar de manera activa en dichos procesos. Son los telecentros quienes están directamente en contacto con los ciudadanos desde hace ya muchos años, con figuras tan importantes como los dinamizadores, verdaderos motores de la introducción de las TIC entre la ciudadanía.

Estamos pues, delante de una oportunidad única para los telecentros y las diferentes redes de telecentros, ponerse en primera linea de la mayoría de proyectos que se están elaborando en lo que se denomina Sociedad del Conocimiento, es lo que los ingenieros de telecomunicaciones llaman “la última milla”. Es la oportunidad que muchos de los que estamos trabajando en el ámbito de los telecentros estábamos reclamando de un tiempo a esta parte, pasar de ser meros actores en los procesos de alfabetización digital de los ciudadanos, a protagonistas directos de la llamada Innovación Abierta.

Es en este punto donde aparecen una serie de elementos fundamentales en estos proyectos y a los que no podemos ignorar como los Living Labs, los Espacios Sociales de Innovación , los CitiLabs, etc.
Esta eclosión de propuestas, en un periodo más o menos corto de tiempo y con muchas coincidencias en sus planteamientos, hace más necesaria que nunca una estrategia de trabajo en red, respetando las peculiaridades y las diferencias de cada iniciativa pero, aprovechando a la vez cada una de ellas, provocando así un salto cualitativo importante.

Aparece aquí la oportunidad de coordinar y detectar todas las iniciativas que han ido apareciendo y que, sin duda, irán apareciendo durante los próximos meses, consiguiendo así, por un lado, que no surjan proyectos similares o iguales a los que ya se están trabajando en algún lugar de nuestra geografía y, por otro lado, aprovechar al máximo todas estas iniciativas, dándole el valor que realmente tienen y profundizar en los procesos de innovación de cada proyecto.

En este contexto nace la Red de Centros de Conocimiento, con el afán de facilitar esta interconexión entre proyectos y iniciativas innovadoras en unos momentos en que la eficiencia y la eficacia de la gestión de los recursos públicos es vital. Una coordinación y a la vez potenciación de todos estos proyectos, impulsará a su vez a las redes de telecentros, poniéndolos en el centro del mapa de los procesos de innovación abierta y en la puerta de entrada de los ciudadanos a ella.

Hemos de cambiar pues, los viejos planteamientos sobre el futuro de los telecentros y dar un paso adelante erigiéndonos en protagonistas principales del diseño de la Sociedad del Conocimiento del futuro, “de la Alfabetización digital a la Innovación Abierta”.